El sistema fiscal español puede parecer complejo debido a la variedad de impuestos que lo componen y a las normativas que determinan quién debe pagar qué y en qué medida. Los impuestos varían según la actividad económica: no son los mismos para los trabajadores por cuenta ajena que para los autónomos o las empresas. En esta guía te explicamos los principales tipos de impuestos en España y cuáles son especialmente relevantes para empresas y emprendedores.

Los tributos en España: tasas, contribuciones, impuestos

Un tributo, según el artículo 2 de la Ley General Tributaria (Ley 58/2003), es una aportación económica obligatoria que los ciudadanos realizan para financiar los gastos públicos. Aunque no existe una compensación directa por lo pagado, estos ingresos permiten garantizar servicios públicos y beneficios de uso común, distribuidos de manera equitativa según las necesidades del momento.

El sistema tributario español distingue tres tipos principales:

  1. Tasas: pagos realizados por el uso de un servicio público o la realización de una actividad administrativa, como el vado permanente de aparcamiento o la renovación del DNI.

  2. Contribuciones especiales: aplicadas cuando un ciudadano recibe un beneficio directo que incrementa el valor de sus bienes, como una mejora urbanística que revaloriza una propiedad.

  3. Impuestos: pagos sin contraprestación directa, basados en la capacidad económica del contribuyente. Ejemplos:

  • IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas): por la obtención de rentas.
  • Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones: por la recepción de bienes o derechos.

El sistema tributario español se basa en el principio de capacidad económica: a mayor capacidad de pago, mayor contribución a las arcas públicas. Esta capacidad se evalúa a través de:

  • Ingresos: salarios u otras rentas
  • Patrimonio: propiedades y bienes
  • Consumo: gastos realizados
Consejo

En la página de la Agencia Tributaria encontrarás formularios, preguntas frecuentes y guías para cumplir con tus obligaciones fiscales, como la declaración de la renta.

Tipos de impuestos en España

En España, los impuestos se dividen principalmente en directos e indirectos, según cómo graven la capacidad económica del contribuyente. Además, existen impuestos locales gestionados por ayuntamientos y diputaciones provinciales, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) o el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), y otros gestionados por las comunidades autónomas, como el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.

Impuestos directos Impuestos indirectos
IRPF (Impuesto sobre la Renta) IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido)
Impuesto sobre la Renta de no Residentes Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados
Impuesto sobre Sociedades Impuestos Especiales
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
Impuesto sobre el Patrimonio

Impuestos directos

Se aplican sobre una manifestación directa de la capacidad económica, como los ingresos, el patrimonio o la riqueza. Incluyen:

  • IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas): grava los ingresos obtenidos por los residentes en España.
  • Impuesto sobre la Renta de no Residentes: para los no residentes con rentas generadas en territorio español.
  • Impuesto sobre Sociedades: dirigido a las empresas y entidades jurídicas.
  • Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones: por la transmisión de bienes o derechos mediante herencias o donaciones.
  • Impuesto sobre el Patrimonio: grava la posesión de bienes y derechos por encima de un límite exento.

Impuestos indirectos

Gravan de manera indirecta la capacidad económica a través del consumo o la transmisión de bienes y servicios. Incluyen:

  • IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido): grava la venta de bienes y servicios.
  • Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentado: se aplica a la compraventa de inmuebles y ciertos documentos legales.
  • Impuestos Especiales: gravámenes específicos sobre productos como el tabaco, alcohol o hidrocarburos.
  • Renta de Aduanas: grava ciertos productos importados.

A continuación, nos centraremos en los impuestos más relevantes para pymes y autónomos que tributen en territorio español.

Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)

El IRPF es uno de los impuestos clave del sistema tributario español. Este tributo, de carácter personal y directo, grava la renta de las personas físicas y se encuentra regulado en la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, y en el Real Decreto 439/2007, de 30 de marzo. Como impuesto progresivo, está diseñado para que quienes tienen mayores ingresos contribuyan proporcionalmente más al sostenimiento de las arcas públicas.

El funcionamiento del IRPF varía según el perfil del contribuyente. Los trabajadores por cuenta ajena están sujetos a un sistema de retenciones mensuales que se ajusta al final del año en la declaración de la renta. Por su parte, los autónomos deben declarar sus ingresos trimestralmente mediante pagos fraccionados, siguiendo las directrices establecidas por la Agencia Tributaria.

Además, este impuesto se personaliza teniendo en cuenta los factores personales y familiares, como el número de hijos o el estado civil, lo que se traduce en deducciones y exenciones que ayudan a reducir la carga tributaria. Entre las rentas exentas destacan las indemnizaciones por despido, las becas públicas y ciertas prestaciones por incapacidad, de acuerdo con lo establecido en el artículo 7 de la Ley 35/2006.

Impuesto sobre la Renta de no Residentes (IRNR)

El IRNR está diseñado para gravar las rentas generadas en territorio español por personas físicas y jurídicas no residentes. Este impuesto, regulado por el Real Decreto Legislativo 5/2004, se aplica a los ingresos como los alquileres, las ventas de inmuebles, los intereses o los dividendos obtenidos en España. Para evitar la doble imposición, el Estado español ha suscrito numerosos convenios internacionales que permiten que los contribuyentes no paguen impuestos duplicados sobre una misma renta en diferentes países. Esto es especialmente importante para los profesionales y empresas extranjeras con actividad económica en España.

Impuesto sobre Sociedades (IS)

El Impuesto sobre Sociedades grava las rentas obtenidas por las empresas y demás entidades jurídicas que operan en España. Este tributo, regulado en la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, tiene un tipo general del 25 %, aunque existen reducciones y beneficios fiscales para pequeñas y medianas empresas (pymes), así como para startups durante sus primeros años de actividad.

El hecho imponible de este impuesto es la obtención de rentas por parte de las personas jurídicas, incluyendo las asociaciones, fundaciones y cooperativas. El cálculo de la base imponible se realiza a partir del resultado contable de la empresa, ajustado según las normas de la legislación fiscal. También existen exenciones que afectan a los organismos públicos y a las entidades sin ánimo de lucro. Cabe destacar que, aunque este impuesto se aplica en todo el territorio español, en el País Vasco y Navarra se rige por normativas propias debido a su régimen foral.

Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)

El IVA, regulado por la Ley 37/1992, es el principal impuesto indirecto en España. A diferencia de los impuestos directos, no se basa en los ingresos o el patrimonio del contribuyente, sino en el consumo de bienes y servicios. Este tributo fue introducido en 1986 como requisito para la adhesión de España a la Unión Europea.

El IVA incluye tres tipos impositivos: el 4 % (superreducido) para productos de primera necesidad como alimentos básicos o medicamentos; el 10 % (reducido) para bienes y servicios como transporte, hostelería o ciertos productos alimenticios; y el 21 % (general) para la mayoría de los bienes y servicios. Aunque el IVA es neutral para las empresas, ya que no lo pagan directamente, actúan como intermediarias recaudando el impuesto de los consumidores finales y declarándolo periódicamente a Hacienda.

El IVA también se aplica a las importaciones de bienes desde países fuera de la Unión Europea. Este impuesto indirecto grava el valor de los productos importados, incluyendo los costes de transporte y seguros, así como los derechos de aduana. Aunque debe liquidarse al realizar el despacho aduanero, las empresas que importan bienes para actividades sujetas a IVA pueden deducirlo en sus declaraciones trimestrales.

Nota

Es importante mencionar que este impuesto no se aplica en Canarias, donde se utiliza el IGIC (Impuesto General Indirecto Canario), ni en Ceuta y Melilla, donde existen regímenes fiscales diferenciados.

Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD)

El Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, regulado por el Real Decreto Legislativo 1/1993, grava operaciones relacionadas con la transmisión de bienes y ciertos actos administrativos. Este tributo se divide en tres figuras diferenciadas.

La primera es el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas, que se aplica a compraventas entre particulares, como la adquisición de vehículos de segunda mano o el alquiler de inmuebles. La segunda es el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados, que grava la formalización de documentos notariales como escrituras o actas. Por último, el Impuesto sobre Operaciones Societarias afecta a actos como la constitución de empresas, ampliaciones de capital o fusiones.

Al ser un impuesto gestionado por las comunidades autónomas, los tipos impositivos y las exenciones pueden variar según el territorio, lo que convierte a este tributo en uno de los más complejos del sistema español.

Impuestos Especiales y Aduanas

Por último, los Impuestos Especiales son tributos indirectos que gravan el consumo de productos específicos, como el alcohol, el tabaco o los hidrocarburos, y tienen como objetivo, además de recaudar, desincentivar el consumo de ciertos bienes. Por su parte, las Rentas de Aduanas están reguladas por la normativa europea y se aplican a la importación y exportación de mercancías, garantizando un tratamiento uniforme dentro de la Unión Europea.

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